tiene mucho que ver: llegamos acá, él vino en
enero del 76 y yo en febrero porque me dijeron
te tenés que ir, y bueno nos encontramos aquí.
Yo me había venido con mi madre y mis tres hijos
y estaba en un hotel del Once…Un día estábamos en la casa de una persona que tocaba con
Alfredo, que era Juán Decrescencio, que con él
tocó el “Candombe del olvido” que lo grabó acá
en esos meses infaustos del 76. Y bueno ahí nos
encontramos con otro amigo que ahora está en
Málaga, que era imprentero, siempre progresista,
siempre solidario. Bueno me llama Alfredo y me
dice: Maria Cristina venite al hotel que estamos
con Carlevaro , está Estrázulas … siempre todas
las noches había movimiento en la casa esa. Era
una casa de artistas en Palermo. Bueno y en un
momento este amigo me dice: Cristina, querés, te
invito a cenar… y Alfredo lo miró y le dice: Cristina
ya cenó!!! (risas)
URU- Era un cuida bosque!!! (risas)
C Z- Era tremendo, era tremendo. Y con mamá
también tenía otras anécdotas. Mamá era una
mujer muy pero muy bonita y lo íbamos a ver, yo
era chica, al Espectador, a la fonoplatea que era
lo máximo en aquella época que era como ir a la
televisión ahora. Bueno íbamos ahí y una vez un
compañero de Alfredo le dijo “ Ah, mucho gusto
señora, como le va” y Alfedo le dice: “ no es señora, es mi mamá!!!” (risas)
Yo supongo que ese machismo debe venir además de su formación porque fijate que esta Mamasela, como le decíamos nosotros