él es de acá, entonces yo quería volver adonde
yo era pero a su vez arrancaba a un adolescente
de su lugar y me dije no, no!!! Entonces decidimos quedarnos acá vivir acá y nada.
- Pero siempre estás volviendo…
- Si, si, siempre estoy yendo y estoy en contacto
con todo lo de ahí porque me tira la camiseta. Yo
soy de ahí y estoy muy orgullosa de ser de ahí.
- Esta idea tuya de integrar los conceptos de
la murga del Uruguay y de Argentina, es un
poco atípica, pero hoy día aparecen cosas en
la murga porteña que incorporan cosas tradicionales de la murga uruguaya, en cierta medida fuiste una “adelantada” digamos (risas)
esa idea de incorporar los coros de la murga
uruguaya y el desfile tradicional porteño, es
original pero está teniendo andamiento.
- Vos sabés que tenemos que ir a reuniones donde se juntan los directores de murgas porteñas
y son 108 murgas, son un montón, y yo debo
ser la única que estaba ahí siempre peleando
el lugar, pero en realidad soy una agradecida,
yo en Uruguay no hubiera hecho esta murga, no
hubiéramos podido salir en carnaval y ser felices, la verdad que no porque profesionalmente,
quizás Luis hubiese tocado el redoblante capaz
en una murga porque tiene condiciones , pero
mi hijo es un gran bailarín, es un gran cirquero,
mi hija canta pero no es al nivel de los cantores
que se necesitan profesionalmente en Uruguay,
y no hubiéramos podido salir. Pero además de
eso nosotros tenemos a nuestro sobrino tocando el bombo de la batería de murga uruguaya
y tenemos al hijo de otro uruguayo tocando los
platillos. O sea esa gente que se incorpora ahí
no hubiéramos podido hacer una murga en Uruguay, nada… no hubiéramos ido ni al tablado de
la esquina porque no hay tablado de la esquina.
- Digamos que la murga uruguaya es más
profesional y en cambio la murga porteña es
más un fenómeno barrial, familiar, que inte-
gra gente de distintas edades…
- Es muy “inclusiva”, a mi me parece que la murga al salir en carnaval y hacer esto de los ensayos y de buscar que cosa cada uno sabe hacer
porque uno “no sabe” que sabe hacer cosas.
Hay ejemplos claros en la murga… de una chiquita que vino a bailar y vino a aprender a bailar;
hoy en día baila, toca el bombo con platillo, es la
maquilladora, la que dirige el maquillaje, es una
artista plástica a partir de esto. Ves que en un
barrio se desarrolla la potencialidad de la gente, sin tener que ir a otro lugar y sin ser un “as”
en algo, se desarrolla y esto te da un placer, el
conocer que vos sabés te brinda un placer personal increíble.
- Pero aparte también te gusta la radio (risas)
empezaste con Zapicán o antes?
- No sabía que me gustaba la radio, ves esa es
una cosa que… nunca había ido a ningún lugar,
estábamos en esta misma radio y habíamos organizado tener tres radios y teníamos una AM,
acá La Tribu y la radio de Juan Carlos. Y habíamos hecho un club de oyentes de “Por el Mismo
Camino” y ahí lo organizábamos todo. Entonces
salió de hacer el “Encuentro Charrúa” en AM
que lo hacíamos con Zapicán y estuvimos 12
años, nunca soñé hacer radio, pero nunca… fue
él, Zapicán que me dio la oportunidad y que me
dijo, si negra vos podés, vos podés… Pero yo
no sabía, nooo… tenía mucha vergüenza, capaz
que si escucho un programa de aquella época…
epa, epa!!!