El Túnel
Ernesto Sábato
XXV
Fue una vez en la mesa que la flaca me preguntó a qué pintores prefería. Cité torpemente
algunos nombres: Van Gogh, el Greco. Me miró con ironía y dijo, como para sí:
—Tiens. Después agregó:
—A mí me disgusta la gente demasiado grande. Te diré —prosiguió dirigiéndose a Hunter—
que esos tipos como Miguel Ángel o el Greco me molestan. ¡ Es tan agresiva la grandeza y el
dramatismo! ¿No crees que es casi mala educación? Yo creo que el artista debería imponerse el
deber de no llamar jamás la atención. Me indignan los excesos de dramatismo y de originalidad.
Fíjate que ser original es en cierto modo estar poniendo de manifiesto la mediocridad de los demás,
lo que me parece de gusto muy dudoso. Creo que si yo pintase o escribiese haría cosas que no
llamasen la atención en ningún momento.
—No lo pongo en duda —comentó Hunter con malignidad.
Después agregó:
—Estoy seguro de que no te gustaría escribir, por ejemplo, Los hermanos Karamazov.
—Quelle horreur! —exclamó Mimí, dirigiendo los ojitos hacia el cielo. Después completó su
pensamiento—: Todos parecen nouveaux-riches de la conciencia, incluso ese moine ¿cómo se
llama?... Zozime.
—¿Por qué no decís Zózimo, Mimí? A menos que te decidas a decirlo en ruso.
—Ya empiezas con tus tonterías puristas. Ya sabes que los nombres rusos pueden decirse de
muchas maneras. Como decía aquel personaje de una farce: "Tolstói o Tolstuá, que de las dos
maneras se puede y se debe decir."
—Será por eso —comentó Hunter— que en una traducción española que acabo de leer
(directa del ruso, según la editorial) ponen Tolstoi con diéresis en la /'.
—Ay, me encantan esas cosas —comentó alegremente Mimí—. Yo leí una vez una traducción
francesa de Tchékhov donde te encontrabas, por ejemplo, con una palabra como ichvochnik. (o algo
por el estilo) y había una llamada. Te ibas al pie de la página y te encontrabas con que significaba,
pongo por caso, porteur. Imagínate que en esc caso no se explica uno por qué no ponen en ruso
también palabras como malgré o avant. ¿No te parece? Te diré que las cosas de los traductores me
encantan, sobre todo cuando son novelas rusas. ¿Usted aguanta una novela rusa?
Esta última pregunta la dirigió imprevistamente a mí, pero no esperó respuesta y siguió
diciendo, mirando de nuevo a Hunter:
—Fíjate que nunca he podido acabar una novela rusa. Son tan trabajosas... Aparecen millares
de tipos y al final resulta que no son más que cuatro o cinco. Pero claro, cuando te empiezas a
orientar con un señor que se llama Alexandre, luego resulta que se llama Sacha y luego Sachka y
luego Sa-chenka, y de pronto algo grandioso como Alexandre Alexan-drovitch Bunine y más tarde es
simplemente Alexandre Ale-xandrovitch. Apenas te has orientado, ya te despistan nuevamente. Es
cosa de no acabar: cada personaje parece una familia. No me vas a decir que no es agotador, mismo
para ti.
—Te vuelvo a repetir, Mimí, que no hay motivos para que digas los nombres rusos en francés.
¿Por qué en vez de decir Tchékhov no decís Chéjov, que se parece más al original? Además, ese
"mismo" es un horrendo galicismo.
—Por favor —suplicó Mimí—, no te pongas tan aburrido, Luisito. ¿Cuándo aprenderás a
disimular tus conocimientos? Eres tan abrumador, tan épuisant... ¿no le parece? —concluyó de
pronto, dirigiéndose a mí.
—Sí —respondí casi sin darme cuenta de lo que decía.
Hunter me miró con ironía.
Yo estaba horriblemente triste. Después dicen que soy impaciente. Todavía hoy me admira
que haya oído con tanta atención todas esas idioteces y, sobre todo, que las recuerde con tanta
fidelidad. Lo curioso es que mientras las oía trataba de alegrarme haciéndome esta reflexión: "Esta
gente es frívola, superficial. Gente así no puede producir en María más que un sentimiento de
soledad. GENTE ASÍ NO PUEDE SER RIVAL ." Y sin embargo no lograba ponerme alegre. Sentía que en lo
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