EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 | Page 76
cobardía de creer que sino pecaba me aban-
donarías, pero tu insano egoísmo erigió otros
escenarios en los que no quisiste hacerme par-
tícipe, no iba, no podía permitir que jugaras con
otros como lo hacías conmigo, todo eso nos
pertenecía, era nuestro vínculo, lo único de lo
que me proveíste y me negué a soltarlo. Poco
importaron tus suplicas, justificaciones, la ver-
dad es que en ese momento te vi pequeña, me
diste pena, repulsión, por el contrario, yo, quedé
liberado, por una vez sentí cual era mi dictamen,
el renacimiento del conocimiento. He de agra-
decértelo, sí, gracias a ti sé cuál es mi camino.
Tú siempre serás la primera, la mejor, me reco-
nociste en el momento exacto en el que todo
empezó, lo comprendiste, el despertar de tu
obra, la mía, y entonces sonreíste.
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