EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 | Page 62

allí, en pie, en lo alto de la cima de la montaña a la que acudió atraída por un pensamiento cons- tante que no podía abandonar, debía subir a la cumbre y descubrir el misterio que se escondía tras los sueños repetitivos e insistentes que du- rante su vida se habían ido produciendo. Se pellizcó para comprobar que estaba despierta y que no se trataba de una ilusión óptica o de algún tipo de alucinación con la que su mente quisiera tratar de confundirla. Se había armado de valor e inició el ascenso por el abrupto camino que la condujo a la cús- pide de la montaña y allí estaba, postrada de rodillas ante la grandeza que el firmamento le mostraba. Ante ella se abrió un camino de luz indicándole el destino a seguir y sintió que debía impulsarse sobre sí misma e iniciar el vuelo, su vuelo hacia el infinito. Era tan grande la sensación de plenitud que experimentaba y tanta la placidez que no se lo pensó, nada malo podía ocurrirle, se deshizo de los miedos que la acompañaron durante el tra- yecto y se propulsó hacia el espacio infinito so- brevolando la inmensidad del firmamento y en su ingravidez se encontró segura y confiada. Se fundió en un abrazo con el Universo y se sintió inmensamente dichosa, estaba en casa, estaba donde la esperaban... y entonces sonrió. 62