EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 | Page 44

...Todos levantamos la mirada al unísono un tanto confusos, avergonzados y sin saber bien que contestar mientras él continuó con su pero- rata recriminadora. ...—Si fuera yo, me plantaba en el cubículo de la bestia y le cantaba las cuarenta poniéndolo en su sitio de una puta vez, que es lo que se mere- ce el mafioso que tenemos por jefe. No como todos vosotros que agacháis la cabeza cada vez que pasa por vuestro lado y le llamáis señor. ¡Un don mierda es lo que es y punto! ...—Pues va a tener la oportunidad de hacerlo en persona, ya que tiene tantos redaños, y así dará ejemplo a sus compañeros en vez de comerles la cabeza día tras día —dijo una voz desde detrás del interfecto, pues lo presentimos muerto en vida. ...Mariano en su agitación acalorada, no se había percatado que tras él, había aparecido la figura de nuestro temido director, que terminó con una situación violenta con una contundente frase: «Acompáñeme al despacho caballero. Tengamos una conversación en privado.» ...Intuimos que habíamos asistido al finiquito de un gilipollas que lastraba las de por sí inter- minables y mal pagadas jornadas laborales. En eso sí tenía razón el Mariano. ...Y entonces sonreímos. 44