EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 | Page 16
y el recuerdo, cada uno de espaldas al otro y
avenidas de la libertad robada e hipotecada
vilmente. No tardé un segundo en instalar mi
campamento de refugiados del desamor y la
desesperanza, que casi de forma instantánea,
acabó abarrotado y aterido del frío de la soledad
no deseada.
III
Mi cabeza de tejados de piedra dejaba resbalar
las finas gotas de lluvia por los aleros para lim-
piar las calles y permitir que los niños saltaran
alegremente en los charcos que se formaban.
Mis brazos entrelazaban las fachadas enjalbe-
gadas y renegridas por la humedad, con balco-
nes de hierro perfumados de jazmines. Mis
piernas se alargaban en callejuelas románticas y
frondosos parques plateados por la luna.
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IV
Notaba como las mariposas del sueño giraban
en círculos sobre mis hombros de ladrillo y
cemento, de pilares de piedra o de muros de
granito… Nunca dejaron de anidar los pájaros en
mis manos, hechizándome con sus trinos mien-
tras el viento afinaba sus instrumentos de metal
para regocijo de los niños, haciéndome cos-
quillas en los pies con tal de que no me quedara
dormida para siempre durante aquel plácido
concierto. Y entonces sonreí.