EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 EL TINTERO DE ORO MAGAZINE Nº 4 | Page 110
uno de los doce apóstoles que estarían cercanos
al maestro; uno de los dirigentes de La Orden
Del Sol Interior.
Llegó la fecha indicada. En la noche el maestro
trascendería su estado físico a un plano de con-
ciencia pleno y universal. Los doce apóstoles
junto a los demás seguidores se irían con él a la
dimensión increada del Ain Soph; allí de donde
habían manado las diez Sefirot.
«¿Qué pasa que aún no llega Esteban?», pensó
el Hierofante ocultando sus ya marcados signos
de ansiedad. Todos llevaban sus sagradas vesti-
duras. «No esperaría una traición de su parte a
estas alturas.»
Pronto se oyó un sonido en la puerta. Era él.
Todos tenían el veneno divino sobre la mesa.
Después de aquella gran cena se despedirían del
plano físico. Un suicidio colectivo les conduciría
a la salvación. Pero alguien irrumpió en la puerta
con violencia. Era la policía. El Hierofante lanzó
a Esteban una mirada despreciativa. El apóstol
sostuvo su mirada con un respiro de alivio, y en-
tonces sonrió.
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