La vida oscura y silenciosa
camina por calles luminosas y ausentes
sin mirar las sedientas bocas,
hambrientas de hambre
y de ojos rebosantes de lágrimas
que ablandan el pan.
La vida oscura, profunda vida oscura
deja de ser amable y sincera
en islas solitarias.
Cualquier mirada
muere en el horizonte del mundo,
en el infinito cotidiano.
EL INFINITO COTIDIANO