EL RETO (N5, Enero 2016) | Page 4

MALDITO CÁNCER

Es una enfermedad mu-chas veces silenciosa, pe-ro te come por dentro. O-tras veces, tremenda-mente dolorosa. Su tra-tamiento no es nada sim-pático, y es difícil ahuyen-tar en la mente el fan-tasma de una recaída. Puede durar varios años, o desatarse rabiosamen-te en pocos meses y consumirte. Nadie es in-mune. Pero parece que úl-timamente se ensañó con el rock. En 15 días se llevó a dos figuras emblemá-ticas como “Lemmy” Kil-mister, bajista y fundador de Mötorhead, y al revul-sivo y provocador David Bowie. No los dejó cele-brar sus cumpleaños. Po-co atrás, en el ámbito na-cional también se llevó a “Person” Properzi de Los Súper Ratones. MALDITO CÁNCER.

Un funeral distinto

“La muerte es inevitable, ¿no? No me preocupa, es-toy listo. Cuando me lle-gue, quiero irme hacien-do lo que mejor sé hacer. Si me muero mañana, no puedo quejarme. Estuvo bien".1

“Cuando me muera no quiero flores, quiero que fumen en mi honor”, can-ta Cristian “Toti” Iglesias, histórico líder de Los Jó-venes Pordioseros. Toda una sentencia rockera. Al-go similar ocurrió el pasa-do 9 de enero, a 9850 km de distancia, cuando se llevó a cabo el funeral de Ian “Lemmy” Fraser Kil-mister, sólo que él hu-biese pedido que tomen bourbon y scotch.

Y en ese caso, sus deseos hubiesen sido cumplidos, tras la ceremonia disten-dida y poco solemne, se organizó un homenaje en su bar favorito de Califor-nia. Allí, en “su” rincón, donde solía sentarse, cer-ca de su videojuego favo-rito, se levantó un altar con una foto suya y el cartel de “reservado”.

Fuera del bar, sobre Sun-set Strip, un mural con su figura lo vigila todo. Allí, sus fans pudieron escri-birle sus mensajes de ad-miración y cariño.

Uno que hizo reír a la con-currencia en la ceremonia fúnebre fue Dave Gröhl, líder de Foo Fighters, que contó la anécdota de su primer encuentro en un cabaret, cuando Lemmy, lejos de estar observando a las señoritas que baila-ban se encontraba jugan-do al Flipper. Otro que ha-bló fue Mikkey Dee, bate-rista de la banda: “Lemmy vivió lo que él considera-ba una vida perfecta: gi-rando con su banda, entre-teniendo y haciendo que la gente disfrutara”. Con-currieron también Robert Trujillo y Lars Ulrich (Me-tallica), Rob Halford (Ju-das Priest), Matt Sorum y Slash(Guns), Scott Ian (Anthrax), y Mike Inez (A-lice In Chains).

Lemmy tenía una colec-ción de objetos nazis que le valieron varias críticas, él se reía y se justificaba: “yo no tengo la culpa de que los malos siempre tengan los mejores uni-formes. No soy racista. Sólo me gusta el aspecto decorativo de los nazis, su pomposidad y alardeo”. Tenía fama de mujeriego: “Una revista inglesa dijo que me acosté con dos mil mujeres y no lo hice. Dije mil. Si lo piensas, no es tan delirante”. Participó de u-na película porno de bajo presupuesto, fue quien le dio el nombre a Motör-head por una canción que compuso y que era el a-podo que se le había dado a quienes consumían an-fetaminas en los ’70, fue stage de Jimmy Hendirx en sus giras a fines de los ’60 en Londres.

Lemmy vivió su vida al pa-