El Príncipe Harry y su Esposa Meghan Markle Magazine Enero 2020 | Page 56
Herencia y legado
La escena relojera mundial no sería lo que es ahora sin el
gran legado de quienes han dejado huella en ella.
No podemos hablar de la herencia de una marca en la
relojería sin hablar de los responsables de este legado, en
este caso, los relojeros. A lo largo de la historia, han existido
grandes profesionales en el ramo, cuyas invenciones siguen
vigentes al día de hoy.
Breguet, Perrelet y Wilsdorf, genios de la relojería
Sin duda, uno de los grandes maestros fue Abraham Louis
Breguet (1747-1823), quien ha sido nombrado en varias oca-
siones como el padre de la relojería. Dentro de sus aportacio-
nes mencionaremos sólo algunas. En 1783 crea las manecillas
conocidas como “agujas Breguet”, dejando su huella en su
inconfundible diseño y acuñando uno de los términos más
presentes del vocabulario relojero que utilizamos en la actua-
lidad.
En 1975, incorpora la “sobreespiral Breguet”, la cual ayudó
a solucionar un problema existente en ese entonces; incluso
esta creación fue y sigue siendo utilizada por relojes de alta
precisión y grandes firmas relojeras. En 1801, el maestro suizo
desarrolló el tourbillon, un dispositivo para anular las des-
viaciones de marcha del reloj ocasionadas por la gravedad.
La idea fue colocar todas las piezas que integran el escape
en una jaula móvil que realiza una rotación completa por
minuto.
Otro genial inventor fue su contemporáneo, Abraham-Louis
Perrelet (1729-1826). Su aportación en este ámbito fue la
invención del reloj automático. Desde su juventud demostró
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una gran pasión por todo lo relacionado a los instrumentos
de medición. La idea de Perrelet y su familia fue la de perpe-
tuar la herencia relojera. Su creación fue, es y será uno de los
grandes legados a la industria. Esta pasión fue heredada a su
nieto Louis-Fréderic Perrelet quien inicialmente recibió la for-
mación por parte de su abuelo y, más tarde, decidió mudarse
a París para estudiar en los talleres de Breguet.
Finalmente, no podríamos dejar de mencionar a Hans Wils-
dorf (1881-1960), quien fuera el fundador de la manufactura
de relojes Rolex. Su gran legado fue crear una marca de una
excepcional calidad que busca siempre la precisión. Comenzó
trabajando como relojero en Suiza y en 1905 se mudó a Lon-
dres para fundar una empresa de distribución de relojes.
Ahí fue donde comenzó la idea original de poder fabricar
un reloj de muñeca confiable y elegante para convertirse
entonces en la marca Rolex. Después de la Primera Guerra
Mundial, decidió trasladarse a Suiza, donde estableció la em-
presa Rolex, S. A., registrada en Ginebra en 1920. No hay que
olvidar que él también es el inventor del reloj impermeable.