Los romances surgieron a finales del siglo XIV y se transmitieron oralmente durante todo el siglo XV.
A lo largo del siglo XVI y a principios del XVII, los autores más cultos los recogieron y los incluyeron en Cancioneros y Romanceros.
Pero en la segunda mitad del siglo XVII se empieza a olvidar el romancero tradicional y se busca un romancero más popular, para el pueblo.
Finalmente, durante finales del siglo XVII poetas como Lope de Vega, Cervantes o Góngora componen nuevos romances, imitando a los tradicionales, formando así el Romancero nuevo o también llamado artístico. Este tenía un carácter más culto y se transmitían de manera totalmente ajena a la transmisión oral, para que no hubiera diferentes versiones, como ocurría con el romancero viejo."