El poder del pasado TEASER | Page 16

16 Carmen Galvañ Bernabé
único sentido , escuchar y transmitir el sonido sutil de mis notas , y sin ello muero .
Cada tarde que este teatro queda abarrotado de gente pido que alguien se fije en mí , que me acaricie y me devuelva a la vida . Siento que mis cuerdas no aguantarán mucho más tiempo , que pronto se quebrarán sin escucharme una sola vez , aunque sea la última .
La semana transcurre escuchando la música que proviene del sótano , mientras yo duermo en un salón oscuro y grande que cada sábado se ilumina de luces y la gente ocupa y satura esperando la actuación de su actor favorito , de un ballet o a veces de alguien como yo era hace ya muchos años ; cuando lo escucho crear esa música es como si una puñalada rompiera mis cuerdas una a una .
Otra vez oigo las puertas abrirse y solo alcanzo a recordar cuando yo entraba a esos grandes escenarios acompañándolo a él , cuando la gente pasaba minutos de pie aplaudiendo . Cometí el error de pensar que me aplaudían a mí , pero nunca eran para mí esas ovaciones sino para él . Si en vez de haberme tocado él lo hubiera hecho un pobre fracasado , yo ahora estaría tirado entre los escombros de una casa derrumbada .
¿ Qué somos los instrumentos que acompañan a los músicos ? Nada sin ellos . ¿ Cómo puede llegar a pensar la humanidad que con lo que transmitimos −propagamos el lenguaje más universal− no somos capaces de sentir nada ? ¿ Cómo se puede llegar a tener tan poco corazón ?
La gente está entrando . Tengo ese pálpito impaciente y a la vez agradable de que hoy todo va a cambiar . Presiento que alguien se acerca a mí . Se escucha una voz . — María , ven aquí . No toques ese piano , no se puede . ¡ No ! Alivia mi dolor , esta amarga angustia de no haber sido nunca valorado sin llevar acoplado ese nombre que tanto llan-