“El Poder de las Afirmaciones, para lograr Todo lo que Desea...”
Historias de Éxito
Un día de febrero de hace unos años, me mudé a San José, en California.
Entonces yo era un locutor de radio en paro. Mi currículum contenía un buen
número de colaboraciones cortas en distintas emisoras de radio del país, pero
nada especial y, además, ninguna de ellas en los últimos cuatro años.
La radio es un negocio que requiere de la experiencia e iniciativa de uno mismo,
por su propia cuenta. A un locutor sólo se le quiere si tiene los suficientes años
de experiencia. O al menos eso es lo que dicen. Mi currículum de pequeños
trabajos no me daba apenas esperanzas de conseguir un trabajo decente. Un
analista del negocio de la radio me dijo un día que lo que a mí me convenía era
intentar entrar en un mercado mayor, con más aspiraciones.
Lo primero que hice al llegar a San José fue dar un repaso al dial, escuchando
todas las emisoras locales, tanto de AM como de FM. Seleccioné la que más me
gustó. Entonces decidí que sería director de noticias y dirigiría un show con
llamadas telefónicas en esa emisora. Salí a la calle y, con la actitud más positiva
que pude, fui y les propuse que me contrataran. El director de programas me dijo
que no tenían ningún puesto que darme, y que aunque lo hubiera, no tenía el
más mínimo interés por mí. Me fui a casa.
Por pura lógica, lo más normal es que hubiera llegado a la conclusión de que mis
posibilidades de entrar en esa emisora eran “cero”. No tenían trabajo y de
haberlo tenido, no me lo hubieran dado. Mi única experiencia en la radio era
como discjockey, y además, en los últimos cuatro años no había trabajado en ese
campo. Nunca había dado noticias en mi vida, y estaba pidiendo trabajo en la
emisora de mayor audiencia e importancia en el mercado, ¡cómo director de
noticias y de un show¡
Para no desmoralizarme, empecé a escribir afirmaciones. Estas proclamaban que
yo era director de noticias en aquella emisora y tenía un show.
Visualicé ambas afirmaciones. Imagine cada detalle. Me hice perfecta idea de
algunos de los estudios. Todos mis pensamientos y afirmaciones sugerían que yo
era ya nuevo director de noticias y conductor de un show en aquella emisora.
Pensar que aquello no era verdad me parecía un grave error, una aberración de
la realidad. La idea de no ser director de noticias aún, me resultaba chocante. Yo
insistía una y otra vez con mis afirmaciones. No dí otra opción a mi poder
creativo que la de manifestar mis imágenes.
A finales de marzo, salió en esa emisora. Un puesto de locutor a oferta. Llamé y
me pasé por allí unas cuantas veces. El día 6 de abril, ya estaba contratado.
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