el newsletter de la camada 87 septiembre 2013 | Page 5
lo realizado en mi vida, en la actualidad y en dónde quería estar en el futuro. Me apoyé mucho en la oración, en la con?anza en que María la Virgen y Jesús iban a ayudarme, y en mi familia.
Mi mujer, Maqui, fue un sostén muy importante y clave en este proceso, a pesar que algunos de sus comentarios o preguntas me hacían enojar, a su vez me hacían pensar y me obligaban a meterme bien dentro mío, para sacar a la luz los errores y aciertos, y de esa manera poder tomar una mejor decisión en esta nueva etapa de mi vida. También mis hijos e hijas me ayudaron con sus comentarios y preguntas "inocentes”, que calaban hondo." " Fue un proceso intenso durante el cual aproveché a hacer un balance de mi vida. Me ayudó a visualizar lo vivido. Fue interesante y "estresante" el intentar visualizar dónde quiero estar dentro de cinco, diez, veinte o cuarenta años. Si bien creo que está bueno tener un horizonte de largo plazo, también creo que hay que ir "paso a paso" con objetivos de corto y mediano plazo que nos acerquen a los objetivos de largo plazo. Se dice que "uno propone y Dios dispone", ¡pero hay que proponer! Hay que forjar nuestro propio destino y no dejarnos llevar por la masa, por este mundo que va a una velocidad impresionante y que no nos permite "parar la pelota y pensar". Este tiempo de cambio me sirvió para pensar, para bajarme un "poquito del tren" e intentar mirar las cosas con un poquito más de perspectiva. ¡Estuvo bueno! "
Recién cuando pude mirar las cosas con más tranquilidad pude empezar a tomar decisiones, a aceptar el cambio. Mientras estuve inmerso en la vorágine diaria, se me complicaba tomar decisiones." "