el newsletter de la camada 87 noviembre 2013 | Page 5
En esa caravana color bordó que se metió, la frente bien alta,
hasta lo más alto de las tribunas de cemento, verdaderos
“cardenales” en la catedral del rugby. El resultado estuvo en el
griterío incesante, en el tiempo que tardaron todos esos chicos en
dejar cancha, aunque hubiera terminado el cotejo, en el abrazo
que le dieron a los jugadores. En cada bandera ?ameando en el
aire, en las caras, en las sonrisas y las ganas.
Creemos que hay que concentrarse en ese resultado,
verdaderamente conmovedor. “Conmovedor” en el sentido de
“mover”. Porque fueron cientos los chicos que “se movilizaron”
hacia el CASI, acompañando a sus padres con todo entusiasmo.
Cientos las chicas, que fueron en grupo para alentar, maquilladas
para la ocasión. Muchos, muchísimos los amigos y ex alumnos
que acudieron al CASI, desde todas sus calles y arterias,
alentando al Bordó. Familias enteras, todas con algo bordó
encima: una camista, una vincha, una gorra, lo que fuera, siempre
que fuera bordó.
Quienes viven en San Isidro saben que eso no suele suceder. No
es habitual que sus calles serenas, de árboles frondosos,
empedrado y arquitecturas inglesas, se cubran de color bordó. Es
algo inusual, para lo cual se tiene que dar un solo resultado.
Por eso, gracias. Gracias, entrenadores, equipo, gracias a todos
ustedes por ese resultado, ése que no se mide en términos de
“llaves” o “eliminatorias”, sino que se lleva por siempre en el
corazón.