Ya van a leer los detalles de la historia, pero queríamos
destacar que Lautaro, al momento de integrar la familia de
Luis y Hela, debió –como ellos- pasar por un período de
adaptación, auditado de cerca por una jueza.
A Luis y Hela no se les dice “Papá”, o “Mamá” porque sí,
porque eso es lo que “aprendió de chiquito”. Cada vez que
Lauti dice “Papá”, o “Mamá”, está eligiéndolos como padres.
Y acá radica la diferencia, lo más especial de esta historia de
amor mutuo.
Nosotros no elegimos a nuestros padres, no elegimos a
nuestros hijos. “Vinieron”, podríamos decir. Luis y Hela, en
cambio, son elegidos, día a día, por su hijo Lautaro. Si son
“Mamá” y “Papá” es porque se lo han ganado, y eso los
hace padres con todas las letras.
Felicitaciones, chicos.
Felicitaciones a los tres.
El equipo del Newsletter.