el newsletter de la camada 87 marzo 2014 | Page 27
hace disparar en otros cosas más grandes y éstos, a su vez,
disparan en otros más cosas, logrando de esta manera la
multiplicación de los panes. Creo en esto y por eso, aunque
sea muy chiquito lo que podamos hacer, siempre actúa con
ese efecto multiplicador. Bueno, me fui al carajo.
Del colegio me acuerdo que nunca estaba en clase, me
venían a buscar para que conecte los videos, me
enganchaba en la cartelera del hall central pegando
boludeces, y en cuanta cosa existiera para ratearme.
Me acuerdo de putearlo al O´Donnel que en el viaje de 7º nos
hacía subir una montaña para llegar arriba, comer un
sándwich y bajar, y que le dije de comerlo abajo y ganar
tiempo. Otro, el muñeco en 4º año colgando las patas en la
sala de profesores, la pastilla de humo mata ratas que no me
acuerdo quién le tiró a los de 5º cuando nos vinieron a tirar
tizas, el día que armamos la clase mirando los bancos para
atrás, o en 5º escondiéndonos en el techo. El sorteo de la
colimba que me tocó estar en Lab con Margaret y saque
016, los machetes en las BICs, los carteles del Gonza, el
loco de dibujo cagándolo a piñas a Juampi o el nuevo de
dibujo mandando a Diciembre a Pato después de varios
meses de tener el brazo enyesado por operación de
hombro, el Coco diciendo “Pache Chobral, no eschudió?,
chientese, tiene un one”. Los tachos de basura arriba de la