el newsletter de la camada 87 Agosto 2014 | Page 7
Hola chicos,"
"
Ya pasó un mes desde que dejé Argentina. Orla y Emilia
habían partido un mes antes. Si bien la decisión de irnos de
Argentina fue pensada, y estábamos convencidos, les
comento que fue durísimo despedirme de mi familia y
amigos. Lloré en soledad, tratando de que nadie me viera.
Ver las lágrimas de mis viejos en Ezeiza fue durísimo,
especialmente porque nunca lo había visto llorar a Papá.
Como contrapartida, sabía que mi mujer y mi hija me iban a
estar esperando en el aeropuerto de Dublín. Hacía un mes
que no la veía a Emilia (en ese momento tenía 7 meses) y me
moría de ganas de abrazarla y ver su expresión al verme.
"
Al llegar al aeropuerto de Dublin sentí mucha ansiedad por
ver a las chicas. En migraciones me trataron bárbaro,
incluso diciendo que me iba a establecer en Irlanda. Ahí
empecé a relajarme, a sentir un aire distinto y distendido.
Reencontrarme con ellas fue muy lindo, me hizo olvidar el
dolor que sentí al despedirme de mi familia en Argentina."
Hoy estamos viviendo en la casa de mis suegros en
Bunclody, Wexford. Estamos a 120 kilómetros de Dublín en
dirección sudoeste. La casa está en medio de un valle
increíble. Estamos en el medio del campo. Nuestro vecino
siembra cebada para las malterías (obviamente), atrás están
sembrando papa, colza. En la zona está lleno de ovejas y