El Murciélago Diciembre 2014 | Page 2

NUESTRO FUTURO Estimadas familias: En muchas ocasiones y fundamentalmente en las jornadas de puertas abiertas, venimos recogiendo su opinión acerca de lo que ven (en ningún momento hemos tratado de ocultar nada, como bien saben y, espero valoren) y año tras año tenemos la misma respuesta en cuanto a las instalaciones del Centro de Arturo Soria: “Colegio laberíntico”, “aulas poco iluminadas, etc”, que nos hacen sonrojar de continuo, pues a pesar de poner todo de nuestra parte, no habíamos encontrado forma de solucionarlo. Cierto es que hemos hecho todo lo que estaba en nuestras manos para mejorarlas y que somos de los escasísimos centros que tienen climatización en las mismas, pero, puedo asegurarles, no estábamos contentos y ante sus opiniones, no podíamos sino bajar la cabeza con una cierta sensación de vergüenza y seguir pensando en cómo mejorar la situación. Tanto es así, que durante el curso pasado, 2013-2014, el Colegio personalmente y también mediante la contratación de una empresa de reconocida solvencia tanto nacional como internacionalmente, realizó muchas gestiones con el Ayuntamiento intentando cambiar el Cen- tro de ubicación, pero siempre por la misma zona, habiendo encontrado dos ubicaciones posibles que tuvimos que descartar ya que el Ayuntamiento, que en principio veía con buenos ojos lo que proponíamos, se cerró posteriormente y no fue viable. “Resignados”, pues, a seguir en Arturo Soria y, puedo asegurarles, con una sensación de tristeza, recibí a finales de mayo a un padre de alumnos que colabora con nosotros en las Jornadas de Orientación para los últimos cursos de ESO y Bachillerato, explicando el trabajo que se realiza en un estudio de arquitectura, el cual me pidió perdón por decirme que el colegio, desde el punto de vista estético, dejaba mucho que desear. No me extrañó su afirmación, pues yo también soy consciente de ello, pero siguió insistiendo y me solicitó que le dejara presentar una propuesta, con lo que estuve de acuerdo, aunque no esperaba ningún resultado, pues era muy escéptico con el asunto ya que por más vueltas que daba, no veía arreglo. Así, a finales de junio, se nos presentó un espectacular cambio de imagen del Centro que nos dejó con la boca abierta y llenos de emoción y que aún nos agradó más cuando se analizaron los costes de dicha reforma, costes asumibles y con una ejecución relativamente sencilla. i