VOLUNTARIADO
En esta oportunidad que me ha facilitado el colegio, he aprendido y me he
dado cuenta de muchas cosas en muy poco tiempo. Y aunque fuera consciente de la mayoría de ellas, cuando lo vives te das cuenta de la verdad,
te das cuenta de que no hay que irse muy lejos para poder encontrar a
personas que lo están pasando mal y que necesitan ayuda.
Ese día del voluntariado me hizo pensar en cómo reaccionaría o viviría yo
si a mí me pasara lo mismo que a esas chicas de mi edad que veía pasar.
En ese momento, pensé que si estuviera en su situación me daría mucha
vergüenza tener que ir allí todos los meses para pedir comida, como si tuvieras un cartel que pusiera: "Estoy aquí porque tengo problemas". Seguramente, iría igual que ellas, por mí y por mi familia.
La verdad es que me sentí muy bien y a la vez muy mal. Lo primero, porque tuve la oportunidad de ayudar aunque fuera un poco, y pienso que si
todos aportáramos nuestro granito de arena, por muy pequeño que sea, el
mundo sería mejor. Creo que mi profesor y mis compañeros también tuvieron esa sensación y me gustó mucho poder compartirla con ellos, ya que
después casi todos tuvimos los mismos sentimientos y pudimos opinar sobre el tema abiertamente. Y lo segundo, porque me hizo darme cuenta de
todas esas veces en las que yo me quejo por algo que es una tontería y no
tiene ni punto de comparación con lo que les pasa a esas personas.
Me gustaría mucho poder volver a repetir esta experiencia y sé que volveré a ir.
Andrea Guerra
1ºA Bachillerato
12