Analizar las diferentes habitaciones del hogar y saber qué elementos son necesarios y cuáles no, nos va a ayudar a que las personas con movilidad reducida tengan una vida cómoda. ponemos algunos ejemplos que pueden ser de ayuda.
Pasillos – Si es necesario se deberá instalar un pasamanos. Si hay muebles que estrechen la anchura del pasillo es mejor reubicarlos. Evitar así mismo elementos decorativos, como alfombras o esterillas que puedan provocar caídas o alterar la correcta deambulación.
Salón – Debe tener el tamaño correcto para que se garantice que la persona con movilidad reducida pueda moverse sin problemas. El mobiliario, sillón, sofá, mesa, etc. deben estar adaptados a la altura necesaria, así como la televisión, ordenador o cadena de música deben estar colocados de modo que se puedan manipular y que estén visibles y sean de fácil acceso. Siempre es mejor si se dispone de mandos a distancia para cada uno de los aparatos.
Habitaciones – La entrada a la habitación debe ser amplia (generalmente la anchura de paso a las puertas debe ser de más de 80 cm). Se recomienda que exista amplitud para garantizar una buena movilidad o hacer que una persona que utiliza silla de ruedas pueda moverse con soltura. Si es necesario se deberá instalar una grúa o dispositivo para ayudarnos a realizar las movilizaciones.
Baño – Sustituir la bañera por un plato de ducha y sin escalón para evitar accidentes y no entorpecer la movilidad. A veces, incluso, será necesario reforzar las paredes de la ducha para poner barras de espaldarazo. La altura es también un aspecto a tener en cuenta, como, por ejemplo, adaptar la altura del inodoro, o de los muebles donde guardamos los enseres del baño.
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