El Misterio de Belicena Villca El Misterio de Belicena Villca Edición 2017 | Page 501

¨El Misterio de Belicena Villca¨
– Puesto que no consideráis a los japoneses vuestros enemigos, os voy a sugerir la manera de llegar hasta ellos sin que antes os maten los comunistas o los nacionalistas. Unos meses atrás ello habría sido muy simple tomando los caminos del Noreste y aprovechando los tramos navegables del río Amarillo. Pero ahora ha ocurrido una terrible desgracia, que ha tornado intransitable esa región: el Tung Chih 49 Chiang Kai-Shek, que Kuan Yin se apiade de su apasionado corazón, acaba de volar los diques del río Hoang-Ho para detener el avance de los japoneses, pero tal acción ha costado un terrible sacrificio de vidas chinas inocentes.
En efecto, Neffe: en 1938, Chiang inundó el valle del Río Amarillo y condenó a morir ahogada a la friolera de 880.000 personas. Sí, casi un millón de muertos por una sola orden: y no he sabido que nadie le promoviera un juicio por“ crímenes contra la humanidad”, en 1945. Si ello no ha ocurrido habrá que admitir que fue absuelto de antemano, y que tal indulto le fue concedido en reconocimiento a su refinada calidad de cipayo.
– Tal como están las cosas – continuó el Shivagurú – os aconsejo viajar hasta Lan-Chen-Fu, ciudad situada 200 km. al Este. Desde allí es posible dirigirse a Shanghái de diferentes modos: ya os dirán cómo. Os recuerdo que en tiempos de paz, era factible recorrer los 200 km. que median a Shanghái empleando el ferrocarril. Ahora eso no se puede hacer pues el tramo que nos llevaba a Lan-Chen-Fu está interrumpido por la voladura del puente sobre el Río Amarillo; y desde Lan-Chen-Fu, sólo funciona un ramal que no llega más allá de Cheng Chou, en la provincia de Honan 50. En fin, tendréis que salvar a caballo los 200 km., por un camino infestado de guerrilleros o“ nacionalistas” y, posiblemente, deberéis matar a miembros de los dos bandos; pero no os preocupéis ¡ matar es tarea común en estos días!
– Vosotros sois once: Os reforzaré con 25 hombres armados de fusil, parte de la tropa que protege nuestro barrio. Hablemos ahora de lo que haréis en Lan-Chen-Fu. ¿ Habéis oído nombrar a la Banda Verde
– ¿ Se trata de la cofradía de bandidos? – preguntó Von Grossen, que evidentemente sabía algo del asunto. El Shivagurú sonrió con un gesto compasivo.
– No seáis duro con nosotros. La Banda Verde es una Sociedad Secreta. Y las Sociedades Secretas son para China lo que las fragancias son para las flores. La Banda Verde es una Sociedad de Iniciados que comparten nuestro mismo Tântra y coinciden en idéntico Tao: muchos de sus miembros han sido o son monjes kâulikas. Sólo que ellos, por su particular idiosincrasia, han elegido un camino que se interna mucho más en el Mundo de los hombres dormidos. Pero ellos, claro está, no podrían aceptar ni cumplir las leyes de ese Mundo sin acabar también aletargados. ¡ Y no lo hacen! Ellos obran a su modo, según su propio código de Honor, y por eso son llamados“ bandidos” por los hombres dormidos. Más no los subestiméis pues se requiere mucho valor para ser el Señor de Sí Mismo en medio de los placeres y las tentaciones: sólo quien ha probado y dominado el deseo de las Cinco Cosas Prohibidas, dispone de voluntad suficiente para actuar en la Banda Verde.
Ese camino no es para cualquiera, lo repito. Yo, por ejemplo, prefiero la tranquilidad de nuestros Monasterios, la serenidad de los gimnasios de Artes Marciales, al permanentemente peligroso sendero de la Banda Verde. Sin embargo, todos nos necesitamos si hemos de marchar luchando hacia la misma meta. Es así que la Banda Verde ayuda al Círculo Kâula con lo que representa su fuerte: el dominio de los valores materiales. Y el Círculo Kâula auxilia a la banda Verde con lo que mejor sabe hacer: sha 51. Naturalmente, para nosotros, como para Krishna, el hijo de Indra, matar no significa nada, si el Espíritu del asesino está más allá de Mâyâ, la Ilusión de la Vida; si cuando nuestra cimitarra siega la vida miserable, el Espíritu danza junto a Shiva el Baile de la Destrucción.
– Sé que no debo explicaros estas cosas a Vosotros, que estáis iluminados por Shiva, y que habéis realizado la maravillosa proeza de diezmar a los vampiros duskhas. Os pregunté por la Banda Verde, no para conocer Vuestra opinión, sino para informaros que serán ellos quienes os conducirán hasta Shanghái. En Lan-Chen-Fu os pondremos en contacto con la Banda Verde y a partir de entonces quedaréis en sus manos, que son de absoluta confianza.
49 Tung Chih: Camarada.
50 Ho río; Nan sur; Honan: Río del Sur.
51 Sha: matar.
501