El Misterio de Belicena Villca El Misterio de Belicena Villca Edición 2017 | Page 444
¨El Misterio de Belicena Villca¨
facultad que dispone, de cerrar las Puertas de Shambalá, y posee la respuesta a esta
pregunta: ¿sabe en qué consiste la Operación Altwesten
–Camarada Tarstein, Ernest Schaeffer ya partió hace un año hacia el Tíbet. Supongo que
Ud. sabrá que en la expedición iba un buen amigo mío, Oskar Feil, quien me suministró toda la
información que poseo –dije, advertido en el acto de que no me convenía mentir al bien
informado Tarstein–. Lo siento si falté a alguna regla, pues sé que la operación es ultra
secreta, pero no he de negarle que mi desconfianza hacia Schaeffer no puede ser mayor:
incluso mi Taufpate Rudolph Hess confirmó que sobre él pesaban ciertas sospechas y me
sugirió que, pese a todo, Yo formaría parte de la expedición. Pero lamentablemente eso no ha
ocurrido, ignoro si para bien o para mal, y ya no tiene arreglo debido al tiempo que llevan en el
Asia. De todos modos, desearía asumir toda la responsabilidad por cualquier falta que pudiese
haber cometido Oskar Feil al mencionarme la Operación Altwesten, pues sólo mi curiosidad y
las dudas que albergo sobre la conducta de Schaeffer son culpables de sus confidencias.
–Tranquilícese, Kurt, que nadie lo está acusando de espionaje. Respóndame,
simplemente ¿qué sabe de la Operación Altwesten
–Pues casi nada, Camarada Tarstein. Sólo estoy al tanto del camino recorrido por la
expedición hasta ahora, merced a las cartas secretas que Oskar ha logrado enviarme desde
distintos puntos del Asia. La última fue despachada hace tres meses en Lhasa, en el Tíbet,
con un mensajero que la hizo llegar a Alemania a través de uno de nuestros consulados en la
India. En ella me informaba que se aprestaban a partir hacia el Noroeste, guiados por dos
misteriosos “lamas del Bonete Kurkuma”, y que llevaban salvoconductos del Dalai Lama. Es
todo lo que sé. El destino final no conseguí averiguarlo pues ni Oskar lo sabe, pero es evidente
que no se trata de una exploración hacia el Oeste, como indica su nombre, sino hacia un sitio
ubicado directamente en la dirección opuesta. Parece que Schaeffer no confía plenamente en
él e incluso lo ha aislado del resto de los Oficiales.
–Es cuanto deseaba oír, Kurt. Yo le diré sin más adónde se dirige Ernst Schaeffer: hacia
la Puerta de Shambalá. Va a solicitar al Rey del Mundo, en nombre de unas pretendidas
“Fuerzas sanas de Alemania”, su intervención para poner fin al Tercer Reich
– ¡Traición! –grité.
–Ja, Ja –rió con nerviosismo ante mi exclamación–. Se sorprendería Ud. si supiera la
magnitud, la multiplicidad y los alcances de las traiciones que corroen al Tercer Reich y
conspiran contra la conducción del Führer. Pero es natural que así ocurra, puesto que el
enfrentamiento que el Nacionalsocialismo plantea a las Potencias de la Materia es Total: todo
hombre está sometido a la tensión esencial entre el Espíritu y la Materia; y muchos serán los
que cederán ante la Ilusión de la Materia, frente a la forma judaica de la Ilusión de la Materia,
es decir, el dinero, la paz, la democracia, la libertad, la ley, etc. Sólo los hombres espirituales
serán capaces de superar esta Ilusión: la superarán con la sola fuerza de su Voluntad
Graciosa, con el acto de su Honor, con el valor de su Sangre Pura.
La de Ernst Schaeffer es una más de tales traiciones. Sólo que a nosotros nos afecta
particularmente por tratarse de un hecho esotérico, de una circunstancia que podemos
comprender de manera eminente. Sí, Kurt: la de Schaeffer es una traición enorme pero no es
la mayor de las traiciones que debe afrontar el Führer. Sin embargo, hace bien en tomarla en
serio, porque de Ud. depende que sus Planes desleales triunfen o fracasen.
– ¿Cómo podría Yo intervenir, e influir en los planes de Schaeffer, desde Berlín? –
pregunté at