El libro de la verdad y de la vida El libro de la verdad y de la vida | Page 142

E L LIBRO DE LA VERDAD Y DE LA VIDA Es cierto, por otro lado, que la última palabra la tienen que tener los ciudadanos de cada región sobre su futuro político, pero cuando los partidos nacionalistas secuestran esa opinión pública creando una imagen de odio hacia Es- paña, resulta difícil considerar que esa opinión pueda con- siderarse como objetiva e imparcial. Hay que tener en cuenta que en España esos partidos políticos tienen una mecánica de funcionamiento similar a la que tenían los nazis en Alemania y que basan su política y sus expectativas de crecimiento en la criminalización y el odio a España como forma de expansión y, por ello, sus planteamientos resultan muy poco creíbles. Además, después de la transición hacia la democracia, el Estado español creó uno de los modelos políticos más des- centralizados del momento para dar satisfacción a ese tipo de movimientos y favorecer la cohesión, pero no se tuvo en cuenta que un excesivo descentralismo también favo- rece la desunión. Por ejemplo, un gran error político fue crear un gobierno de tipo proporcional, ya que, al terminar las elecciones, el gobierno es incapaz de gobernar y tiene que peregrinar a determinadas autonomías para conseguir el poder suficiente, lo que supone ceder al chantaje de esas autonomías con el consiguiente desdén a las demás. Eso no hubiera sucedido si la votación para formar gobierno fuera a segunda vuelta en caso de no tener mayoría absoluta, y que siempre el partido ganador pudiera formar gobierno con un mínimo del cincuenta y uno por ciento de los es- caños. Ese afán por favorecer a los separatistas al final ha dado lugar a un estado cada vez más fracturado, desigual e ingobernable, lo que es lamentable teniendo en cuenta que 142