El libro de la verdad y de la vida El libro de la verdad y de la vida | Page 139

A NTONIO P INTO R ENEDO fuese imparcial y sin derecho de veto para nadie. Además, lo lógico sería que la sede fuese rotatoria entre todas las razas y continentes para evitar favoritismos. UN MUNDO IGUAL Con el tiempo, todas las naciones y razas de la tierra lle- garán a tener los mismos bienes y la misma renta per cápita que los países más avanzados, pero, para ello, es necesario que los egoísmos de sus representantes, como el de los pa- íses desarrollados, que se afanan por esquilmar sus recursos naturales, terminen. También es necesario subrayar la im- portancia que tendrá la implantación de una política de control de natalidad para evitar que todo el crecimiento económico se gaste en mantener a más millones de pobres; esto ya se hizo en China con resultados positivos con res- pecto al crecimiento económico y, aunque se podría mejorar en algunos aspectos, la clave del desarrollo es la economía sostenible, por la cual un país solo debe tener el número de habitantes que pueda alimentar. Esto iría unido a un pro- ceso de reciclaje de las materias primas y a un esfuerzo por el progreso tecnológico y social. CUESTIONES TERRITORIALES Sería conveniente que para facilitar la paz mundial los pequeños desencuentros entre las naciones ocasionados por disputas territoriales encontrasen una solución. Aquí plan- teo distintas opciones para algunos casos. 139