EL LIBRO DE ENOC
Prólogo de la Editorial.
“El Libro de Enoc es uno de los apócrifos más apasionantes que nos ha
legado la antigüedad. Su contenido es principalmente simbólico,
insinuando misterios cósmicos referentes a la historia de la especie
humana. Menciona con insistencia a ciertos ángeles, a los que hoy
llamaríamos extraterrestres, y su relación con las hijas de los hombres.
Predice igualmente la figura del Mesías y especifica el dominio de los
elementos mediante la acción de ángeles que presiden sobre los vientos,
el mar, el granizo, la escarcha, el rocío, el relámpago y el trueno.” Esta
era la presentación del documento PDF que nos facilitó un seguidor de
Proyecto Ovnis, y que para nuestra sorpresa resulto ser una excelente
versión de este más que censurado apócrifo bíblico. Fue justamente la
aprobación de nuestro Estado Mayor Gnóstico precedido por Lupus Felis,
que nos aconsejó la publicación por parte de la Editorial, de “El Libro de
Enoc” para su divulgación: Dado que esta versión se ajusta a lo que se
esperaría por parte de esoteristas, gnósticos, y ocultistas avezados, de
un compendió del “Génesis” bíblico ocultado, por razones obvias,
ampliamente explicadas en la Sabiduría Hiperbórea, sobre los orígenes
atlantes de la humanidad, y el descenso de una raza extraterrestre al
planeta, para regentarlo y regirlo.
En este sentido, este documento desvela el verdadero rostro de la deidad,
que es UNO, sí, pero en realidad son 200 “ángeles caídos”, que
hibridizaron al homínido natural que vivía plácidamente en la Creación, y
lo convirtieron en la Raza Humana que hasta hoy sufre el yugo de ciclos
evolutivos controlados, impuestos por esta raza alienígena con fines
inconfesables, razón por la cual dinamizan la “Creación” mediante ajustes
genéticos llevados por su virulenta pasión en ayuntar con la mujeres de
carne, afán de co-creadores, potestades y principados, que acordaron
colaborar con un demiurgo para entronizar en la Tierra a su “pueblo
elegido”.
Detrás de todo culto y religión, veremos los múltiples rostros de estos
“vigilantes”, Seraphim, Nephilim, Anunnaki. Inclusive detrás de pactos
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