EL LIBRO DE ENOC
Capítulo 76
En los límites de la tierra he visto doce puertas abiertas para todas las
regiones; por ellas salen los vientos y desde ellas soplan sobre la tierra.
Tres de ellas están abiertas sobre la faz del cielo, tres al occidente, tres
a la derecha del cielo y tres a la izquierda.
Las tres primeras son las que están al oriente, las tres siguientes al sur,
las tres siguientes al norte y las tres siguientes al occidente.
Por cuatro de ellas salen los vientos que son para la curación de la tierra
y para su vivificación, y por ocho salen los vientos perjudiciales que
cuando son enviados destruyen toda la tierra, las aguas y todo lo que hay
en ellas, lo que crece, florece o repta, tanto en las aguas como en la tierra
seca y todo lo que vive en ella.
Primero sale el viento del oriente por la primera puerta oriental y se inclina
hacia el sur. Por allí sale la destrucción, la sequía, el calor y la desolación.
Por la segunda puerta, la del medio, sale el viento del Este-Este: la lluvia,
los frutos, la reanimación y el rocío. Por la tercera puerta sale el viento
del nororiente que está cerca del viento del norte: frío y sequía.
Detrás de ellos, por las tres puertas que están al sur de los cielos, sale
en primer lugar por la primera puerta un viento del sur que está al sur y al
oriente un viento de calor.
Por la segunda puerta sale un viento del sur al que llaman sur: rocío,
lluvia, bienestar, reanimación.
Por la tercera puerta sale un viento del suroccidente: rocío, lluvia,
langosta y destrucción.
Tras este, sale un viento norte que viene de la séptima puerta, hacia el
oriente, con rocío, lluvia, langostas y desolación.
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