EL LIBRO DE ENOC
Y los reyes, los poderosos y todos los que dominan la tierra alabarán,
bendecirán y ensalzarán a quien reina sobre todo lo que es secreto.
Porque desde el principio el Hijo del Hombre fue ocultado y el Más Alto lo
preservó en medio de su poder y lo reveló a los elegidos.
La asamblea de los elegidos y los santos será sembrada y todos los
elegidos se sostendrán en pie en ese día; pero los reyes, los poderosos,
los dignatarios y los que dominan la tierra caerán ante Él sobre sus
rostros, adorarán y pondrán su esperanza en este Hijo del Hombre, le
suplicarán y le pedirán misericordia.
Sin embargo, el Señor de los espíritus los apremiará para que se
apresuren a salir de su presencia, avergonzará sus caras y las tinieblas
se acumularán sobre sus rostros; Él los entregará a los de castigo para
ejecutar la venganza porque han oprimido a sus hijos, a sus elegidos.
Serán un espectáculo para los justos y los elegidos, quienes se alegrarán
a costa de ellos, porque la ira del Señor de los espíritus cayó sobre ellos
y su espada se emborrachó con su sangre.
En cambio los justos y los elegidos serán salvados ese día y nunca más
le verán la cara a los pecadores ni a los injustos.
El Señor de los espíritus residirá sobre ellos y con este Hijo del Hombre
comerán, descansarán y se levantarán por los siglos de los siglos.
Los justos y los elegidos se habrán levantado de la tierra, dejarán de estar
cabizbajos y se vestirán con prendas de gloria. (1Co 15:53)
Tales serán las prendas de vida del Señor de los espíritus: vuestra ropa
no envejecerá y vuestra gloria no terminará ante el Señor de los espíritus.
(2Co 5:2)
Capítulo 63
En esos días los reyes, los poderosos y los que dominan la tierra
suplicarán a los ángeles del castigo, a quienes habrán sido entregados,
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