EL LIBRO DE ENOC
“En este día mi Elegido se sentará sobre el trono de gloria y juzgará sus
obras; sus sitios de descanso serán innumerables y dentro de ellos sus
espíritus se fortalecerán cuando vean a mi Elegido y a aquellos que han
apelado a mi nombre glorioso.
“Entonces, haré que mi Elegido habite entre ellos; transformaré el cielo y
lo convertiré en bendición y luz eternas; transformaré la tierra y haré que
mis elegidos la habiten, pero los pecadores y los malvados no pondrán
los pies allí.
«Porque he abastecido y satisfecho con paz a mis justos y los he hecho
vivir ante mí; pero el juicio de los pecadores es inminente, de manera que
los destruiré en la faz de la tierra».
Capítulo 46
Allí vi a alguien que tenía una Cabeza de los Días y su cabeza era blanca
como lana; con Él había otro, cuya figura tenía la apariencia de un hombre
y su cara era llena de gracia como la de los santos ángeles. (Dn 7:9,13;
Ap 1:13,14)
Le pregunté al ángel que iba conmigo y que me mostraba todas las cosas
secretas con respecto a este Hijo del Hombre: «¿Quién es éste, de dónde
viene y por qué va con la Cabeza de los Días?». (Dn 7:14; Mt 24:30,
26:64; Mc 13:26, 14:52; Lc 21:27, 22:69)
Me respondió y me dijo: “Éste es el Hijo del Hombre, que posee la justicia
y con quien vive la justicia y que revelará todos los tesoros ocultos,
porque el Señor de los espíritus lo ha escogido y tiene como destino la
mayor dignidad ante el Señor de los espíritus, justamente y por siempre.
(Sal 110:5)
El Hijo del Hombre que has visto, levantará a los reyes y a los poderosos
de sus lechos y a los fuertes de sus tronos; desatará los frenos de los
fuertes y les pa rtirá los dientes a los pecadores; derrocará a los reyes de
sus tronos y reinos, porque ellos no le han ensalzado y alabado ni
reconocieron humildemente de dónde les fue otorgada la realeza.
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