EL LIBRO DE ENOC
Capítulo 6
Así sucedió, que cuando en aquellos días se multiplicaron los hijos de los
hombres, les nacieron hijas hermosas y bonitas; y los Vigilantes, hijos del
cielo las vieron y las desearon, y se dijeron unos a otros:
«Vayamos y escojamos mujeres de entre las hijas de los hombres y
engendremos hijos». (Gn 6:1-4)
Entonces Shemihaza que era su jefe, les dijo: «Temo que no queráis
cumplir con esta acción y sea yo el único responsable de un gran
pecado».
Pero ellos le respondieron: «Hagamos todos un juramento y
comprometámonos todos bajo un anatema a no retroceder en este
proyecto hasta ejecutarlo realmente».
Entonces todos juraron unidos y se comprometieron al respecto los unos
con los otros, bajo anatema.
Y eran en total doscientos los que descendieron sobre la cima del monte
que llamaron «Hermon», porque sobre él habían jurado y se habían
comprometido mutuamente bajo anatema.
Estos son los nombres de sus jefes: Shemihaza, quien era el principal y
en orden con relación a él, Ar’taqof, Rama’el, Kokab’el, -’el, Ra’ma’el,
Dani’el, Zeq’el, Baraq’el, ’Asa’el, Harmoni, Matra’el, ’Anan’el, Sato’el,
Shamsi’el, Sahari’el, Tumi’el, Turi’el, Yomi’el, y Yehadi’el.
Estos son los jefes de decena.
Capítulo 7
Todos y sus jefes tomaron para sí mujeres y cada uno escogió entre todas
y comenzaron a entrar en ellas y a contaminarse con ellas, a enseñarles
la brujería, la magia y el corte de raíces y a enseñarles sobre las plantas.
Quedaron embarazadas de ellos y parieron gigantes de unos tres mil
codos de altura que nacieron sobre la tierra y conforme a su niñez
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