EL LIBRO DE ENOC
Capítulo 1
Palabras de bendición con las que bendijo Enoc a los elegidos justos que
vivirán en el día de la tribulación, cuando serán rechazados todos los
malvados e impíos, mientras los justos serán salvados.
Enoc, hombre justo a quien le fue revelada una visión del Santo y del cielo
pronunció su oráculo y dijo: la visión del Santo de los cielos me fue
revelada y oí todas las palabras de los Vigilantes y de los Santos y porque
las escuché he aprendido todo de ellos y he comprendido que no hablaré
para esta generación sino para una lejana que está por venir.
Es acerca de los elegidos que hablo y a causa de ellos que pronuncio mi
oráculo: el Único Gran Santo vendrá desde su morada.
El Dios eterno andará sobre la tierra, sobre el monte Sinaí aparecerá con
su gran ejército y surgirá en la fuerza de su poder desde lo alto de los
cielos.
Y todos los Vigilantes temblarán y serán castigados en lugares secretos
y todas las extremidades de la tierra se resquebrajarán y el temor y un
gran temblor se apoderarán de ellos hasta los confines de la tierra.
Las altas montañas se resquebrajarán y derrumbarán y las colinas se
fundirán, como la cera ante la llama.
Y la tierra se dividirá y todo lo que está sobre la tierra perecerá y habrá
un juicio sobre todos.
Pero con los justos Él hará la paz y protegerá a los elegidos y sobre ellos
recaerá la clemencia y todos ellos pertenecerán a Dios, serán dichosos y
benditos, los ayudará a todos y para ellos brillará la luz de Dios.
Mirad que Él viene con una multitud de sus santos, para ejecutar el juicio
sobre todos y aniquilará a los impíos y castigará a toda carne por todas
sus obras impías, las cuales ellos han perversamente cometido y de
todas las palabras altaneras y duras que los malvados pecadores han
hablado contra Él.
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