El Libro de A-mort El Libro de A-mort | Page 46

A-MORT abruptamente todo contexto, se cruzan puertas a otros mundos de piedra, de silencio, miles de espectros asechan tras las sombras expectantes para presenciar la consumación de lo sagrado. El desenfreno de dejar todo en los campos de batalla, pues es luz, es fuego perene. Lo que sienten los espíritus en el A-mort, brota de la sangre, de lo que se es, no necesita alimento; será hasta el final la luz que nunca se extinguirá. ¿Quién entonces puede A- mar así? No hay palabras sagradas creadas que puedan definir el idilio eterno que viven los A- mantes reencontrados en este mundo de ilusión. ¿Cómo pudieron olvidar? La venganza será más que implacable contra Jehová-Satanás y sus huestes malignas, por haber provocado con magia negra y mal habida, el olvido del rostro A-mado a la manera del drama de Sigfrido y Brunilda y su A-mort eterno. Pelearé en este infierno y prevaleceré, pues no he muerto, más bien he conseguido una gema brillante y hermosa para tu sortija de bodas que celebraremos en los mundos verdaderos, esa gema ese cristal es mi alma arrebatada al demiurgo. 46