www.ellibrito.es
vez se necesita más agua para regarlos, agua que
es muy posible que se quite de sitios que antes
alimentaban las cuencas fluviales.
Los datos de la NASA con respecto al aumento
de las temperaturas no dejan dudas. Los registros
empezaron en el año 1880 e indican que los años
2014 y 2015 han sido los más calurosos de toda la
historia. Las mediciones en España muestran que
2011, con un promedio de temperaturas de 16 º
C, y 2015, con un promedio de 15,96 ºC, han sido
los peores.
Todo conspira para que las cifras sean muy preocupantes: desde 1990 nuestros ríos se evaporan
a razón de un 1 % al año y los mismos estudiosos
que han llegado a estas conclusiones advierten
que las medidas adoptadas en París en la última
cumbre sobre cambio climático (ver artículo en El
Librito de enero 2016) son totalmente insuficientes, ya que no conseguirán controlar el aumento
de las temperaturas por encima de 2 ºC o 3 ºC
con respecto a la era preindustrial (4). Entre otras
cosas, estos cambios incidirán más aún sobre la
problemática del agua, ya que según señala el
informe, aparte del aumento de la evaporación,
“en este escenario es previsible que los períodos
de sequía propios de nuestro clima se hagan cada
vez más frecuentes, largos y extremos, y también
es esperable que las precipitaciones máximas en
24 horas se incrementen en algunas partes de
España, lo mismo que las crecidas fluviales y las
inundaciones, con los daños que estas conllevan”.
El informe también apunta que la disminución
de los recursos hídricos disponibles que se ha
producido en las últimas dos décadas “no sólo
continuará, sino que previsiblemente se acentuará de manera importante y progresiva, conforme
se sigan incrementando las temperaturas”.
Por otra parte, el estudio hace hincapié en el
problema del aumento de las superficies de regadío en la mayoría de las cuencas fluviales: la administración del Estado estima un incremento de
700 000 hectáreas de cultivo en el territorio español, de las cuales 445 000 pertenecen a la cuenca
9
del río Ebro.
Ecologistas en Acción reclama, por intermedio
de dicho estudio, que se realice una “reconversión progresiva del sector agrícola”, mediante la
modernización de los regadíos, la reutilización
de aguas residuales depuradas y la elección de
cultivos que necesiten menos agua. Y también
recomienda reducir las extensiones de campo
plantadas, que hoy por hoy ronda los 4 millones
de hectáreas.
Más trabajos en Catalunya
confirman la evaporación
Según los estudios de la Oficina Catalana de
Canvi Climàtic, el caudal del río Muga ha descendido un 49 % entre 1951 y 2013 (5), y en la cabecera de la