El-insomnio-de-Oriana teaser | Page 19

Entonces, fui consciente de que se había hecho de noche y lloré. Es cómodo seguir la rutina sin más, pero, poco a poco, he dejado de tener una memoria sana. Ya no soy yo del todo. No tengo ni idea de cómo lo hago. Sigo adelante aunque no pueda. Creo que es porque no lo pienso. Cuando empecé solo apuntaba en mi diario: ducha, desayuno, eyeliner, autobús, cargar el móvil, ducha, cargar pulsera, ascensor.... Era poco. Ahora consigo contar más y con más detalle. Si no hubiera hecho esto, no me hubiera dado cuenta de que me duchaba dos veces al día. Lo hacía todo siguiendo un camino que un día me marqué y que ahora solo es un bucle que se repite una y otra vez. A veces, de manera defectuosa. Es como dejar el piloto automático en una carretera con curvas. Estos pensamientos lúcidos que estoy teniendo ahora solo me salen por la noche, cuando he tomado otro café, el último. Por fin, consigo despertar después de haber estado todo el día intentándolo. Por eso, suelo escribir ahora y eso voy a hacer. «Durante la noche, no duermo profundamente, durante el día, no estoy despierta», escribo con dificultad. «Oriana, por favor, acuda a caja cuatro», escucho. ¿Qué es eso? ¿Qué pasa? ¿Por qué todos me miran? Estoy hiperventilando, pero intento que no se note. Tengo que sonreír igual que hacen todos, aunque eso tense algunos músculos que me duelen por dentro. Haría lo que fuera para que no me conozcan, así que no me importa si hace daño. Nadie va a intentar comprenderme. Lo volví a hacer. Volví a entrar en el bucle y olvidé que tenía que estar pendiente de lo que ocurría. Quién sabe 19