El-insomnio-de-Oriana teaser | Page 16

pared abajo y el aire caliente movía su pelo. Ella no lo sentía sobre la cara. Vivía en la fachada trasera de un edificio y ya no era verano, pero hacía calor. Para Oriana, seguía siendo agosto. Le invadió una soledad tremenda, la que decían que se iría con el tiempo, la que ya no sabía de dónde venía. La acera seguía desgastándose gota a gota y el gorrión bailaba en el agua, salpicando con sus alas. La vida sigue por muy rotos que estemos. 16