III
LA IMPACIENCIA ES UNA LARGA ESPERA
«Bienvenido, Lorenzo», me recibe mi nuevo jefe dándome
la mano con energía. Es mi primer día como reponedor en
este supermercado. Mi anterior trabajo solo me duró tres
meses y en este quiero estar más. Contesto dando los buenos
días a todos en un tono alto. Unos me contestan; otros no.
De cualquier manera, me dirijo hacia los productos que tengo
que colocar.
Lo que me convence de este puesto son los gatos que viven
en los contenedores de la puerta trasera. Yo había sido abogado
hasta que, finalmente, cambié mi trayectoria profesional por
comodidad. Estudié el mercado laboral: en un súper me
pagan más por menos horas y sin tener experiencia. Al final,
nunca he sentido vocación y esto era lo más fácil y rápido.
Ya me conozco un poco más. Ahora sé perfectamente que
un trabajo en una oficina nunca me habría hecho feliz. Me
gusta moverme continuamente. De hecho, antes solía salir a
correr.
A raíz de haber dado este paso, he conseguido cambiar
otras cosas que no me gustan. Me he dado cuenta de que
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