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El Güegüence como manifestación Lúdica Sincrética
Por otro lado combina y asocia las ideas de límites, de libertad y de invención. También
se identifica con las ideas de suerte y de habilidad, de recursos recibidos de la suerte o
de la fortuna y de la inteligencia que los pone en acción y trata de obtener de ellos el
mayor provecho.
En cuanto a la idea de riesgo, implica elementos enredados: el hábil análisis y la
evaluación de los recursos, el cálculo de las posibles eventualidades que puedan
acontecer, se acompañan a su vez de otra especulación, una especie o forma de
apuesta que supone una comparación entre el riesgo aceptado y el resultado o
beneficio esperado.
De allí expresiones tales como poner en juego, jugar en grande, jugarse el resto, la
carrera, la vida, o incluso la comprobación de que el juego no vale la candela, en otras
palabras el resultado o premio no vale el riesgo a correr.17
Aparece como un concepto complejo que asocia un estado de hecho, un elemento
favorable o miserable, en que la suerte es el rey y que el jugador recibe para bien o
para mal, sin poder intervenir en la jugada, una aptitud para sacar el mejor partido de
los recursos poco favorables que le toco en suerte y que con un cálculo inteligente y
arriesgado puede hacer que de dividendos y que el descuido o la negligencia acaban,
no es otra cosa más que una constante elección entre la prudencia y la audacia que
proporciona además una última referencia: la medida en que el jugador está dispuesto
a apostar por aquello que se le escapa más que por lo que domina.
Todo juego es un sistema de reglas, que limitan lo que es juego y lo que no, lo que es
valido y lo que es prohibido. Se plantean arbitrariamente y son determinantes e
inobjetables. Si se violan el juego acaba y se estropea. Nada las mantiene más que la
voluntad de respetarlas. Todo se limita a jugar o no, ya que ninguna sanción en la vida
real castiga al infractor o al desleal. El juego aparece como un conjunto de
restricciones voluntarias y aceptadas, que crean un orden y permiten su realización.
Da lugar a ideas de amplitud, de facilidad de movimiento, una libertad útil, pero no
excesiva, como cuando se habla del juego de un engrane o de una pieza. El juego entre
las piezas permite que funcione un mecanismo. Este no debe ser demasiado, pues la
máquina tampoco funcionaría correctamente. Ese espacio calculado impide que se
atasque o se desajuste.
Entonces significa libertad que debe existir para que el mecanismo conserve su
adecuado funcionamiento. Además, la maquinaria completa se considera como un
juego en otro sentido de la palabra que se describe como: "Acción regular y combinada
de las diversas partes de una máquina".
17
ibid pp11-16
Lic. Francisco M. Zamorano Casal