El gran dictador | Page 11

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La irrupción en el gueto de la guardia de Hynkel cometiendo actos vandálicos a placer nos recuerda vagamente la oleada de salvajismo de la noche de los cristales rotos (9-10 de noviembre de 1938), que se saldó con la destrucción de un centenar de sinagogas, 8.000 tiendas judías, el saqueo de innumerables viviendas y la detención de 30.000 judíos. La resignación se apoderará pronto de los más débiles, aunque haya quien, como el personaje de Hanna, oponga resistencia al opresor. Poco antes, el ejército alemán (Wehrmacht) invadía Austria (12 de marzo), y lograba su anexión territorial al III Reich, en lo que se bautizó como Anschluss. Su plan expansionista empezaba a tomar forma. Ahora sólo faltaba llevar a cabo una indiscriminada “limpieza étnica”. La expresión que se acuñó se resumía en dos palabras: “solución final”. Sin embargo, en el filme, el barbero usurpará la personalidad del perverso Hynkel, tras una curiosa casualidad para, en un alarde propagandístico inspirado oportunamente en la exaltación de los congresos que el Partido Nacionalsocialista celebraba en Nuremberg desde 1934, socavar los planes del dictador y evitar la invasión de Osterlich. No obstante, como se suele decir, la realidad supera a la ficción, y muy en contra de los expresos deseos de Chaplin, Polonia fue invadida poco después de declararse la II Guerra Mundial. A Napoloni se le atragantarán los espaguetis, dado que ni la reunión que mantiene con Hynkel para repartirse caprichosamente Osterlich, ni la Conferencia de Munich que celebraron conjuntamente los verdaderos Mussolini y Hitler en septiembre de 1938, frenaron las aspiraciones nazis. La batalla culinaria de la salchicha contra el espagueti es una parodia de la ambición territorial que enfrentaba a unos y a otros por el control de otros países del entorno. Y Hitler, tras firmar con Italia el Pacto de Acero en mayo de 1939, y, con la Unión Soviética, el pacto de no-agresión, se aseguraba la invasión de Polonia, y la no-intervención de ningún otro régimen afín. En efecto, el 1 de septiembre de 1939, el ejército alemán inició la invasión de Polonia. Francia y el Reino Unido declararon la guerra a Alemania dos días después. Acababa de estallar la II Guerra Mundial.

Curiosidades:

- Chaplin y Hitler nacieron en 1899 con sólo cuatro días de diferencia.

- Chaplin decidió cambiar el final de la película durante el rodaje. Eliminó una escena en la que cientos de soldados nazis participaban en un baile tradicional. En su lugar, introdujo el discurso que da fin a esta particular historia. Se decidió a hacerlo tras la ocupación nazi de París.

- El filme, a pesar de las presiones a las que se vio sometido, permaneció en cartel durante quince semanas.

- El gran dictador se prohibió en Alemania (hasta 1998), España (hasta 1975), e Italia (hasta 2002).

- El idioma que aparece en los afiches y demás carteles publicitarios es el esperanto.

- El significado en inglés de Adenoid (nombre de pila de Hynkel), es “vegetaciones”. Chaplin da a entender que el solo nombre del verdadero dictador se le atragantaba. Y qué decir del origen del nombre Garbitsch, que procede del inglés garbage, basura en español.

- Hitler vio la película dos veces. La cruz gamada, símbolo de los nazis, se traduce al inglés como Double Cross, que es sinónimo de traición, por lo que el partido de la cruz gamada es el partido de los traidores.

- La película acaba con una pieza de Richard Wagner, “Lohengrin”. Chaplin invierte, con astucia, el sentido que el nazismo dio a la música de este compositor.