El Dromedario
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Por: Amaranta Helou
El Dromedario: Nuestra historia
En marzo del 2020, con 4 amigos, al comienzo de la pandemia, empezamos a escribir mini artículos de media página, con contenido muy tierno. Nuestra primera edición salió en el formato básico de “Google Docs”. Hacíamos críticas de libros, comentarios de películas, recomendaciones de arte, cuestionamientos científicos y algunas novedades de la actualidad. Estas cortas ediciones de seis páginas solo eran dirigidas hacia nuestros padres y claro, hacia los amigos. Teníamos cómo objetivo experimentar para ver qué podía pasar. Estábamos tan entusiasmados, que hasta incluso hicimos un logo propio diseñado en “Paint”, una imagen de un camello para el pie de página de cada artículo. Todo era muy sencillo. Solo sacamos tres ediciones en este formato con una mini edición y luego, desafortunadamente, abandonamos totalmente este proyecto durante casi seis meses.
Llegó septiembre del 2020, comenzamos un nuevo año escolar y para el 1ero de ese mes ya teníamos la edición lista para difundir. La compartimos a muchas más personas porque sentíamos que había artículos y escritos de una gran calidad. Después de la publicación, nos escribieron cinco personas que habían leído cuidadosamente la nueva edición y querían formar parte de este experimento. Terminamos siendo un equipo de ocho escritores y una muchacha que quería editar todo lo relacionado con estilo y ortografía. Para la siguiente edición hacer un “google docs”, como las veces anteriores, no parecía conveniente. Teníamos ocho artículos y no se veía presentable, en aquel formato tan básico, un trabajo que ya iba adquiriendo la forma del periódico que es hoy en día. Ese fue el primer gran cambio que hubo en este equipo. El formato que escogimos era y sigue siendo una maravilla, nos encantaron las múltiples opciones de edición que teníamos. Escogimos hacer algo de mucha calidad y más gente empezó a llegar. Para la edición de noviembre, ya éramos catorce “pelados'' escribiendo en este periódico escolar. Cuando empezamos a crecer, le pedimos ayuda al colegio en donde todos nosotros estudiamos para ver si podíamos hacer algún tipo de alianza, sin embargo, fue en ese momento que escogimos ser independientes. Hablar con el colegio nos mostró que teníamos una influencia en los jóvenes y que, si trabajábamos con el establecimiento, tendríamos que rechazar algunas libertades a las cuales no queríamos renunciar. La independencia de un periódico es muy difícil de manejar, tienes que conseguir tus propios seguidores, depender de todo el equipo y sobre todo tomar decisiones importantes en conjunto. Hemos aprendido muchísimo de todos los errores que hemos cometido, de todas las malas decisiones que hemos tomado, pero también hemos aprendido de las cosas buenas e interesantes que hemos hecho, como invitar a escritores de otros países. Noviembre fue el primer mes en el cual invitamos a una escritora. Una amiga del equipo que vive en México, se había ganado una mención de honor en un concurso de literatura y le pedimos que compartiera en nuestro periódico su cuento ganador. Fue todo un éxito.
Nuestro formato y sobre todo nuestra imagen como periódico avanzó extremadamente rápido. Nunca hemos sabido cuántas personas nos leen, pero sabemos que tenemos bastantes lectores y queremos agradecer a todos aquellos que nos apoyaron desde el inicio. Ese apoyo nos permitió convertirnos en lo que somos hoy y aunque seguimos siendo un “pequeño” proyecto y nos falta pulir y mejorar algunas cosas, las grandes aspiraciones siempre comienzan así, con un pequeño borrador.
Para el mes de diciembre, ya éramos 17 personas aquí metidas, siempre apoyándonos entre nosotros. Llegó el 2021 y nuevas ideas con él. En enero, entró nuestra “consentida” del equipo, la columnista más joven entre todos, ella nos trajo inspiración y nuevas ideas. Empezamos a reflexionar sobre nuestros principios, qué aceptamos en nuestras publicaciones y qué no, y además creamos nuestro “slogan” : Publicaciones positivas, críticas constructivas, y siempre pensar en lo bueno de las cosas. No pretendíamos hacer cosas solo felices y “la vida es color rosa” simplemente queríamos un espacio para tener “Buenas Noticias”. Nos dimos cuenta de que las noticias siempre son graves y que el momento de crisis, de pandemia mundial, incertidumbre y miedo no ayudan para nada. Muchas personas están estresadas o incluso deprimidas por lo que nosotros queríamos tener la característica de publicar cosas interesantes, informativas y a la vez apacibles.
Para el mes de febrero, fue una publicación muy especial porque tuvimos tres invitados, dos eran profesoras y una amiga que tenemos en Minca, Santa Marta. Fue sensacional tener a estas personas que nos colaboraron y que lo volverán a hacer en el futuro. Hoy en día podemos estar orgullosos de tener lecturas a nivel escolar, nacional e incluso internacional y este logro es muy grande ya que como periódico independiente, buscar escritores y lectores de otros lugares es lo más importante para crecer.
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