Gentileza de El Trauko
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Tuya,
ANA
Viernes 5 de febrero de 1943
Querida Kitty:
El hecho de que no haya vuelto a mencionar nuestros altercados, no significa que
éstos hayan disminuido. Poco después de su llegada, el señor Dussel se mostró muy
afectado por las peleas continuas, pero ahora ha empezado a acostumbrarse, abandonando
todo esfuerzo por arreglar las cosas.
Margot y Peter son tan aburridos y fastidiosos, que no se los debería incluir entre
los "jóvenes". Yo sirvo de contraste, y oigo a cada momento:
—¡Margot y Peter no harían eso! ¿Por qué no sigues su ejemplo?
Me sacuden los nervios.
Te confieso que no tengo ninguna gana de ser como Margot; ella, para mi gusto, es
demasiado indiferente y tornadiza; es la primera que cede en una conversación, y está
siempre de acuerdo con quien dice la última palabra. Yo, por mi parte, quiero ser más
firme de espíritu. Pero estas tonterías me las guardo para mí. Se burlarían si las utilizara
como defensa.
En la mesa, la atmósfera es muy tensa la mayoría de las veces. Por suerte, los
estallidos son interrumpidos en ocasiones por los "comedores de sopa", es decir, por los
pocos iniciados de la oficina que vienen a visitarnos y son convidados con un plato de
sopa.
Esta tarde, el señor Van Daan ha hecho notar, una vez más, que Margot come muy
poco.
—Sin duda, para mantener la línea —agregó en tono hiriente.
Tomando la defensa de Margot, como de costumbre, mamá dijo en alta voz:
—No puedo seguir soportando sus estúpidas observaciones.
El señor Van Daan enrojeció, miró fijamente por un segundo, y se calló. A veces
suceden cosas graciosas: pocos días atrás, la señora Van Daan se había exaltado a
propósito de sus recuerdos de juventud: lograba engañar a su, padre, había tenido muchos
pretendientes, etcétera.
—Y, ¿saben ustedes? —prosiguió—, mi padre me aconsejó que dijera a un
caballero que se estaba volviendo demasiado intempestivo: "¡Señor, no olvide usted que
soy una dama!".
Nos echamos a reír a carcajadas.
Aunque por lo común tan callado, también Peter suele provocar nuestra hilaridad.
Siente pasión por las palabras extranjeras, aun cuando no siempre conozca su significado.
Una tarde se prohibió usar el lavatorio porque había visitas en la oficina. Pero Peter estaba
apurado, así que no apretó la descarga. Para prevenirnos, dejó una nota en la puerta:
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