EL DIARIO DE ANA FRANK el-diario-de-Ana-Frank | Page 75
E L D IARIO DE A NA F RANK
necesariamente en serio todo lo que se dice en las conversaciones
generales, pero que sí consideraría seriamente lo que yo dijera.
Sin que pueda explicar por qué, me parece que lo expresa todo.
Con el fin de aproximarme a mi ideal, he pensado llamar a mamá
«Mammi», para no decir «Mamita». Ella es, por así decir, la
«Mamita» incompleta. ¡Cuánto me gustaría llamarla así! Y, sin
embargo, ella ignora todo eso. Afortunadamente, porque se
apenaría demasiado.
Pero ya me he desahogado bastante. Al escribir estas líneas
he resucitado un tanto.
Tuya,
ANA Querida Kitty:
El viernes a la noche recibí por primera vez en mi vida un
regalo de Navidad. Miep, Elli, Koophuis y Kraler nos prepararon
una deliciosa sorpresa. Miep hizo torta de Navidad, adornada
con estas letras: «Paz 1944». Elli nos regaló medio kilo de galletas,
calidad de preguerra. Peter, Margot y yo recibimos cada uno un
frasco de yogur, y los mayores, una botella de cerveza. Todo estaba
muy lindamente envuelto, con una imagen en cada paquetito.
Aparte de eso, los días de Navidad pasaron rápidamente para
nosotros.
Tuya,
ANA
Sábado 25 de diciembre de 1943 Miércoles 29 de diciembre de 1943
Querida Kitty:
Este día de Navidad me recuerda muy particularmente la
historia de una amor de juventud que Pim me contó el año pasado,
por la misma época. Entonces, no podía comprender tan bien el
sentido de sus palabras. ¡Cómo me gustaría que volviera a hablarme
de eso! Al menos, podría probarle mi simpatía.
Pim debió de contarlo por necesidad de confiarse a alguien,
aunque sólo fuera una vez, él, el confidente de tantos «secretos
del corazón», porque Pim no habla nunca