El Decano. Número 43. Diciembre de 2018 El Decano. Número 43 | Page 62
Martes Taurinos
Rafaelillo aseguró estar ilusionado y con la
mirada puesta en la temporada 2019 que
podría comenzar en Valencia, una de sus
plazas talismán donde recibió una fuerte
cornada en el mes de julio. “Está hablado
comenzar en Fallas con la corrida de
Victorino y creo que hay motivos para
estar. Me hace muchísima ilusión porque
he hecho cosas muy importantes en esa
plaza y por los vínculos sentimentales que
me unen a ella por Adrián”, explicó el
murciano. Esa cornada de Valencia le hizo
perder el único compromiso que tenía
firmado en el mes de agosto en la plaza
de Dax donde había sido triunfador en la
temporada anterior. Rafaelillo explicó
como tomó la dura decisión de no
comparecer en la plaza francesa: “Me
probé en casa de Nazario Ibáñez y, con
quince muletazos a una becerra, me di
cuenta de que no estaba para ir. Fue muy
duro, pero hice lo más sensato y lo más
honrado. Si hubiese pensado en lo
económico hubiese ido a hacer caja”. En
una temporada especialmente dura, su
vuelta a la feria de Murcia tras tres años
de ausencia, fue la mayor
alegría. “Aunque la temporada se hubiese
desarrollado de otra manera, igualmente
hubiese sido la alegría del año”, aseguró
Rafael, añadiendo que: “Murcia y Madrid
son las plazas que más me conmueven y
más emociones me hacen sentir. Volver
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después de tres años a mi plaza y con mi
gente hizo que la tarde fuera muy especial
y muy bonita. De hecho, el vestido que
estrené esa tarde, lo tenía previsto
estrenar en San Isidro pero, una vez
puesto en la silla, pensé que lo no lo
estrenaría en la plaza más importante del
mundo sino que lo estrenaría en la plaza
más especial del mundo”. La tarde de
Murcia “me dio mucha moral y sirvió para
cerrar una etapa que debía cerrar yo
personalmente con Ángel Bernal”, aseveró
Rafael.
Las tardes de Cieza y Santisteban del
Puerto han sido para el murciano un oasis
en la temporada. “En Cieza pude disfrutar
con el primer toro de Talavante. Salió el
Rafaelillo artista que está escondido y
demostré que tengo un guante de seda
que me gusta sacar de vez en cuando
para acariciar las embestidas”, afirmó el
del Barrio del Carmen, añadiendo que: “La
de Santisteban fue una corrida de Miura
muy seria en una tarde de compromiso y
de jugártela”.
Durante la tertulia no faltaron las
anécdotas y tampoco un sentido recuerdo
de Rafaelillo para su amigo y compañero
Paco Ureña al que deseó una pronta
recuperación y la mejor de las suertes.