La representación del cuerpo humano en la historia del arte, está presente desde la Prehistoria hasta la época contemporánea. El arte ha servido como medio para representar el mundo en el que vivimos y de representarnos a nosotros mismos, a través del autoconocimiento y las formas plásticas en escultura, pintura, danza y arquitectura.
Por norma general, suele relacionarse al desnudo con el erotismo, el dolor, la vida, la muerte, las creencias religiosas y las normas estéticas de cada sociedad, que son exploradas por la ciencia, la religión, la antropología, la psicología y la tecnología.
A través del cuerpo, se construye nuestra identidad, nuestra percepción del entorno y su resignificación material en el organismo que nos hace formar parte de él. De ésta forma, nuestro cabello, rostro, torso, extremidades, siguen siendo parte del lenguaje que consciente e incoscientemente, usamos para construir y reafirmar nuestra personalidad y pertenecia social. En el caso de la Prehistoria, el cuerpo humano femenino, en esculturas de piedra o hueso, llamadas por los arqueólogos "Venus", representan las características anatómicas exageradas, porque son un culto a la fertilidad de la mujer y probablemente representan a "Diosas Madre".
Venus de Willendorf. 25,000-20,000 a.C.Piedra Caliza.11.5cm.Museo de Historia Natural de Viena.