EL CUADERNO DE LA ORACIÓN 0_EL CUADERNO DE LA ORACION (1) | Page 59

Cierto predicador cuyos sermones producían muchas conversiones, recibió una revelación de Dios haciéndole saber que no eran sus sermones ni todo su trabajo, sino las oraciones de un hermano analfabeto, que se sentaba en los escalones del púlpito, suplicando por el éxito de los sermones. Lo mismo puede llegar a ocurrir con nosotros el día que se manifiesten todas las cosas. No es extraño que, después de trabajar fuerte y agobiantemente, todo el honor pertenezca a otro constructor cuyas oraciones eran de oro, plata y piedras preciosas, mientras nuestros sermones sin oración no eran más que paja y rastrojo. Charles Haddon Spurgeon