EL CUADERNO DE LA ORACIÓN 0_EL CUADERNO DE LA ORACION (1) | Page 41
Entonces, Santiago tiene razón en decir, que si no recibimos es porque pedimos
mal, pedimos números, autos, cines, estadios, fama o gloria no es malo pedir
cosas grandes para Dios, lo malo es cuando lo pedimos pensando en nosotros.
Es por eso mi querido lector, es tiempo de pedirle a Dios
que examine nuestro corazón y si está torcido, que Él con su divino martillo, lo
enderece. Si realmente arrancamos de nuestro corazón todo egoísmo, proyectos
personales y matamos a nuestro yo y le pedimos a Jesús que nos haga mansos y
humildes de corazón, Él nos usará como instrumentos para su gloria. Y nos
dejará afectar con nuestro Ministerio a miles de personas. Porque Él usa lo
insignificante para hacer cosas imposibles. Si lo que pedimos, cualquier cosa,
material o espiritual, pero el deseo sincero es "Señor que con esto Tú seas más
alabado, más conocido, más glorificado, más amado y deseado, ten la seguridad
que Él responderá."
Porque no hay nada imposible para Dios y todo es posible para el que
pide con fe.