EL CORONEL NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA El coronel no tiene quien le es - Gabriel Garcia M | Page 53
—Pero suponte que pierda.
—Todavía faltan cuarenta y cinco días para empezar a pensar en eso —dijo
el coronel.
La mujer se desesperó. « Y mientras tanto qué comemos» , preguntó, y
agarró al coronel por el cuello de franela. Lo sacudió con energía.
—Dime, qué comemos.
El coronel necesitó setenta y cinco años —los setenta y cinco años de su vida,
minuto a minuto— para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible,
en el momento de responder:
—Mierda.
París, enero de 1957