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“Durante la gira que
hemos hecho con
el espectáculo en
Marruecos y otras
partes nos hemos
dado cuenta de que el
público tiene ganas de
descubrir cómo es el
circo marroquí”
AMPLIAndo EL CIRCO
“Los artistas de Colokolo actúan a menudo
en la calle, lo que en Marruecos llamamos
tassara, es decir, desplazarse representando pequeños espectáculos de circo. De ahí
vino la idea de crear un espectáculo inspirado en los cafés que había delante de los
lugares en los que actuaban”, nos cuenta
Yassine Elihtirassi, el encargado de mediación cultural del colectivo.
Qahwa nos nos es la historia de un café popular marroquí y destaca la vida cotidiana
de los héroes del aburrimiento: el que vive
la crisis de fin de mes, el que pierde el día
mirando a la gente pasar y no consume nada, otro que calienta de nuevo
su café y se queja del limpiabotas que viene a compartir su taza... El espectador pasa de un personaje a otro, al límite de situaciones cómicas,
poéticas y acrobáticas. Una apuesta arriesgada que da sus frutos y recibe
el cariño del público, poco habituado a ver propuestas de nuevo circo en
la calle.
“Durante la gira que hemos hecho con el espectáculo en Marruecos y
otras partes nos hemos dado cuenta de que el público tiene ganas de descubrir cómo es el circo marroquí. Sobre todo porque el decorado es un
café popular así que, de primeras, eso ya interpela a todo el mundo. Escuchábamos las risas de jóvenes, viejos, mujeres y niños en las situaciones cómicas, aplausos tras las figuras acrobáticas… Incluso algunos que
intentaban explicar las escenas a otros espectadores”, explica Yassine.
Una vez, en una actuación improvisada durante un viaje, la policía intervino para decirles que estaba prohibido actuar sin autorización y les
amenazó con confiscar el material. “En ese momento, nos quedamos estupefactos por la reacción del público que vino a defe