El camino hacia la nueva era | Page 16

libraba nadie, ni políticos ni religiosos, pues en ese momento lo que veía era la verdad y no las falsas apa- riencias. Todos quisiéramos ser felices y que eso no acabara nunca, pero lamentablemente eso solo ocurrirá cuando el mundo sea perfecto. Este no es un logro im- posible, pero hay que tener en cuenta que éste es un mundo al que le queda mucho por avanzar, pero tar- de o temprano es de esperar que llegue a un punto de culminación en su desarrollo en el que se alcance la paz y el bienestar. No obstante, eso solo ocurrirá cuando la gente deje de ser confiada y comience a construir el mundo que les rodea fundamentado en la paz y la verdad. Aunque pueda parecer curioso, la depresión tam- bién tiene algo de positivo, pues en ese estado de pos- tración y relajación, el nivel de concentración aumen- ta y nos ayuda a descubrir mejor los engaños del mundo que nos rodea. Podría decirse que la alegría y la tristeza son como dos polaridades y lo mejor es si- tuarse en el término medio de ellas, sin embargo cuando a veces nos acercamos mucho a una de las dos también nos puede aportar algo diferente. El ex- ceso de optimismo también es perjudicial, pues nos puede llevar a bajar la guardia y cometer errores. No hay que confundir esto con la felicidad, que sería el bienestar que se deriva de que las cosas salgan bien. Por ello, en este libro, intento abrir las mentes de los lectores para que por fin se atrevan a dar el salto al desarrollo de su propia consciencia y empiecen a in- vestigar en el mundo que les rodea y con ello contri- buyan al progreso del mundo hacia la verdad. 16