En nuestra evolución hasta el estado humano, todo lo que
sabíamos lo sabíamos exclusivamente a través de nuestra mente
consciente, por medio de nuestro sistema nervioso central.
En lo que concierne al cerebro en sí, podemos pensar lo que
sea. Podemos creernos que nos hemos convertido en el rey
de Inglaterra. Podemos pensar que somos el presidente de los
EE.UU. Podemos seguir cualquier pensamiento que tengamos.
Y todo aquello que queramos leer, podemos leerlo. Pero no
será más que una red de palabras. No existe realidad en ello. La
realidad existe en nuestro sistema nervioso central y en nuestra
mente consciente.
Aquellos que intentaron confundir a los buscadores tenían
intenciones vulgares, quizá solo enriquecerse. Pero lo más
negativo de sus intenciones era que realmente querían que
dejarais de buscar.
He conocido muchos buscadores alrededor del mundo y he visto
que todos estaban exhaustos, por haber estado inmersos en
búsquedas equivocadas. Tan exhaustos que ya no les quedaba
más energía para seguir buscando. Están tan cansados y tienen
tantas dudas, hasta de sí mismos, que ya no quieren buscar más.
Miles se perdieron de esta manera.
Las fuerzas que los confundieron -esos falsos gurus- fueron
desenmascaradas; pero estas personas, aún confusas, todavía
siguen ciegamente algo destructivo.
Es muy triste pensar que vosotros, tradicionalmente, deberíais
haber sabido qué buscar, qué encontrar, qué es el Espíritu, qué
podemos ganar a través de él y cómo lograrlo. Pero en este estilo
de vida moderno que llevamos, hemos perdido esa tradición que
nos enseñarba qué debemos esperar y qué debemos saber.